ES COSA DE TALANTES
Y como cuando la cosa va de leches hasta los cabritos se ordeñan, la senda del Talante comienza a amenazar a cosas más serias.
El Talante se ha propuesto dar el paseo a ciertos valores, y al primero que han sacado a gallas de su casa los nuevos milicianos posmodernos ha sido a la Libertad.
El Comisario Montilla, apoyado por un grimoso acomplejado de apellido que dirige un periódico en Cataluña, ha arremetido contra la COPE por contar las verdades del barquero.
Ha pretendido el patoso en cuestión acojonar literalmente a la emisora y pasarse por el arco del triunfo la libertad de prensa.
No ha empleado los cauces del Estado de Derecho (la verdad es que con este Gobierno por esos cauces corre poquita agua) llevando al Juez lo que le parezca injurioso, ofensivo o falso.
Lo que ha hecho es despacharse con insultos y amenazas nada veladas y encargar al susodicho grimoso un juicio sumario en el estrado de lo políticamente correcto y la verdad oficial, con penas que oscilan desde la muerte civil a la inanición financiera.
¡Cómo ha cambiado el Talante! y lo digo porque a ZP le escuchado tantos reproches a su Ministro por esta actitud como condenas a los atentados de ETA: cero.
Mira que Aznar era prepotente, autoritario y faccioso, pero nunca le oí ni a él ni a nadie de su Gobierno cosas semejantes sobre un medio de comunicación.
Bueno, miento, en la España de Aznar, tan ayuna de Talante, se cerraron periódicos, concretamente los que hacían de juglares de ETA.
Y curiosamente muchos que elevaban la voz por aquello ahora achantan vergonzosamente el mirlo, o ejercen de brazo tonto de la Ley.