ZAPATERO y EL HAMBRE
El problema es que ZP ha convertido el debate político en meros gestos, ha eliminado el contenido intelectual y ha anclado su discurso en la mera estética. Muy propio y muy útil para una sociedad plenamente adolescente: superficial, seducida por la imagen e incapaz de realizar el trabajo que conlleva profundizar en los problemas.
El discurso de ZP se basa en tópicos oxidados, en clichés vacíos pero biensonantes. Así puede afirmar solemne que
"acepto que cuando una gran mayoría de los ciudadanos dice algo, tiene razón" (entrevista para TIME Europe), lo que puede sonar muy bien, pero nos llevaría de cabeza a afirmar que los alemanes tenían razón cuando abrumadoramente apoyaron a los nazis y sus leyes antisemitas, o los ingleses cuando creyeron a Chamberlain y Eden en lugar de a Churchill y aceptaron, en lugar de hacerle frente, negociar la paz con Hitler haciendo concesiones, mirando para otro lado en sus continuas burlas al Tratado de Versalles, a la soberanía de los Estados, a legalidad internacional, al trato a los judíos, etc.,
Y es en este contexto donde se encuadra la actual "ofensiva contra el hambre" que pretende acaudillar, junto con otros líderes internacionales, ZP.
¿Quién no quiere luchar contra el hambre?!!, ¿quién no quiere eliminarla de la faz de la tierra?!!
El problema no es querer o no querer terminar con el hambre, sino cómo hacerlo. Y ahí, la vaciedad intelectual, el decir al interlocutor lo que quiere oír (salvo que sea el PP o Bush), la política de meros gestos, el rancio, muy rancio populismo que sólo esconde un ansia ilimitada de poder, vuelve a hacer presencia en el discurso de nuestro ZP o del amigo Chirac.
A ZP le dan igual los estudios de los economistas del desarrollo, le dan igual las experiencias anteriores, le da igual todo, porque lo que le interesa no es tanto que el hambre en el mundo desaparezca, como
esa foto maravillosa con Lula, Kirchner, Chirac y algún otro.
Por eso ZP afirma categórico que hay que dar al tercer mundo el 0,7% del PIB. Ese y el establecimiento de algún impuesto internacional (que no digo que no tenga que haberlo) es su gran proyecto para terminar con el hambre en el mundo. ¡Estupendo!!
Todo muy innovador, si no fuera porque está pisando terreno ya trillado y yermo.No estaría mal la propuesta si no hubiese un casi unánime consenso entre los especialistas en economía en que el auténtico problema no es la falta de fondos para el Tercer Mundo.
No estaría mal si no hubiera múltiples estudios que inciden en que resulta imposible encontrar una relación entre la ayuda al Tercer Mundo y el crecimiento. Es decir, por un lado, la ayuda al Tercer Mundo no se destina de por sí a inversión. Pero no sólo eso, sino que además, por otro lado, la inversión, por sí sola, no conlleva crecimiento.
Y hay más. Se da una relación inversa entre los préstamos facilitados al Tercer Mundo y el crecimiento de la renta per cápita: a más préstamos, menor crecimiento. Como es obvio, tan espectacular aumento no ha servido para mejorar la situación del Tercer Mundo.
En definitiva, ZP habla del 0,7% de Ayuda Oficial al Desarrollo porque una población tan bienintencionada como ignorante del verdadero problema del Tercer Mundo quiere oír precisamente eso: que se van a destinar más fondos a ayudar a los pobres.
Pero ZP no habla de lo que es realmente importante para el desarrollo. Simplemente, no lo menciona.
Si a ZP en lugar de su imagen le importara de verdad la erradicación del hambre, nos diría que la ayuda al desarrollo es importante, pero que mucho más importante es ABRIR LOS MERCADOS, ser FIRMES CONTRA LOS PAISES EN LOS QUE IMPERA LA CORRUPCIÓN, CORTAR, EL GRIFO DE AYUDA ECONÓMICA ESTRUCTURAL A AQUELLOS PAÍSES EN LOS QUE LA AYUDA EXTERNA NO HA SERVIDO PARA NADA, Y CENTRARLA EN LOS PAÍSES QUE APLICAN REFORMAS EN LA DIRECCIÓN CORRECTA.
BWIM